La Agresividad. Diagnóstico y tratamiento

Sabemos que en los últimos años se ha visto incrementado los episodios agresivos de nuestras mascotas caninas hacia las personas.

Estos son algunos factores que han influido:
  • La gran demanda de cachorros por nuestra sociedad.
  • Masificación en la cría, mal control en la selección y elección de los reproductores.
  • Las modas, compra masiva de ciertas razas.
  • Separación de los cachorros de su madre y hermanos a edades muy tempranas.
  • Falta de información para los nuevos propietarios como:
  1. Consejos para la selección y elección del cachorro.
  2. Consejos para los primeros meses de vida del cachorro como: desarrollo de la etapa más importante, la socialización, etc.
  3. Educación y preadiestramiento del cachorro desde los tres primeros meses de vida y no dejarlo para cuando aparezcan los episodios agresivos.
  4. Tópicos, mitos, privilegios y puntos de vista de los propietarios hacia sus perros.
  5. Mestizaje y abandono de perros.
  6. Entrada de cachorros de otros países sin la información necesaria. Etc.

Lo realmente importante es conseguir entre todos, que en el futuro no existan problemas de conducta relacionados con la agresividad; para ello profesionales de las diferentes ramas y propietarios o amantes del perro, debemos colaborar pensando que todos somos compatibles y queremos conseguir los mismos objetivos.

Comprender lo que significa el término agresión, tratar de definirla, valorar las diferentes causas y tipos de agresividad, nos ayudará a hacer un mejor diagnóstico para poder controlarla, modificarla e inhibirla.

La agresión tiene una justificación en la naturaleza donde existe una competencia entre especies. Forma parte de la supervivencia para proveerse de alimento, territorio, pareja. Puede dirigirse hacia coespecíficos y otras incluido el hombre.

La agresión en los perros es la acción dirigida contra otro organismo que persigue la lesión o destrucción de un objeto perfectamente señalado como un objeto, propiedad o animal con el fin de dañarlo o limitarlo.

La agresión influenciada por:
  • La Genética (dominancia). Propia de cada especie y de cada individuo.
  • Factores hormonales. Estado fisiológico de cada animal, considerando la producción de diferentes hormonas y la presencia de determinadas patologías.
  • Estímulos ambientales. Sonidos u objetos en movimiento.
  • Aprendizaje. (la experiencia).
  • Estado o nivel de emoción: Excitación, ansiedad, estrés o frustración en el animal.

La agresión puede ser:

  • Ofensiva (Dominio Social o Jerárquico). Es un intento no provocado de ganar algún recurso a expensas de otro. Aparece desde los 1 a 2 años, madurez social.
  • Defensiva. Es la realizada por un individuo hacia otro percibido como instigador o amenaza.

Incluye:

  • El miedo.
  • Defensa territorial.
  • Protección.
  • Irritable, dolor o frustración.
  • Parental.

Predatoria. Conducta alimentaria, el hambre. (trófico: c. alimentario). Acechar a la presa, perseguirla, cobrarla, morderla, matarla y comérsela.

La agresividad se divide en dos grupos:
Causas de agresividad más frecuentes hacia las personas.


Todos los tipos de agresividad o secuencias agresivas, se basan en tres puntos para el diagnóstico y pronóstico:

  • Blanco de los ataques. Con quien existe el conflicto.
  • Contexto. En que situaciones.
  • Postura. Dominio, sumisión.
Una posible clasificación aplicable en principio a todas las especies domésticas sería la siguiente:
Secuencias de agresividad:
  • Competitiva o de conflicto: Se manifiesta cuando dos individuos intentan acceder al mismo recurso a la vez o cuando intentan establecer una relación de dominio – sumisión.
  • Maternal: Se manifiesta en respuesta a un estímulo que supuestamente amenaza a las crías.
  • Por miedo: Se manifiesta en respuesta a estímulos que suponen una amenaza para el animal y preferentemente cuando éste no puede huir.
  • Aprendida: Puede ser consecuencia de enseñar a los perros a ser agresivos. Sin embargo, se puede producir exactamente con la misma facilidad cuando otras causas de agresión son reforzadas, sin querer, por el dueño. Siempre que se refuerce una conducta (mediante caricias, palabras, o contacto físico), el perro volverá a repetir esta conducta. Cada vez que se habla con voz suave o regañando a un perro que gruñe, se está reforzando su conducta de gruñido, y el perro la repetirá.
  • Por juego: Es una conducta normal en los perros jóvenes, que necesita ser controlada debido al posible peligro para los miembros de la familia y para los demás animales de compañía. Deben ser enseñadas las limitaciones del juego a los cachorros. Los cachorros que no reciben las cantidades adecuadas de ejercicio son los que probablemente presenten problemas. La agresión por juego incontrolada posiblemente pueda conducir a formas de agresión dominante y aprendida, a medida que el perro se hace adulto, así como a ser peligrosos para los niños de corta edad y para los ancianos.
  • Por dolor: Se manifiesta en respuesta a estímulos dolorosos.
  • Intrasexual: Se manifiesta espontáneamente en respuesta a la presencia de individuos de la misma especie y sexo. Más frecuente en machos que en hembras.
  • Territorial: Se manifiesta cuando un individuo de la misma especie invade el área normalmente ocupada por otro individuo o grupo. En el perro puede dirigirse hacia el ser humano.
  • Redirigida: Se manifiesta en presencia de un estímulo que desencadena cualquier tipo de conducta agresiva, pero al ser ese estímulo, inaccesible para el animal, la agresividad se dirige hacia un estímulo alternativo.
  • Predatoria: La predación es una conducta normal en los perros, que sin embargo cuando se aplica a la familia y a los animales domésticos causa importantes problemas que deben ser corregidos. Esta conducta puede ser estimulada por la actividad de las personas que hacen footing, de los ciclistas, de los niños que juegan o de los automóviles que circulan. La predación no va precedida de una fase de amenazas, pues sería contraproducente para la conducta en sí.
Algunos consejos de cómo evitar el comportamiento agresivo en nuestros perros.

1. Seleccionar animales entre los que no procedan de padres con estos problemas.
2. Elegir la raza, sexo y tamaño convenientes para el tipo de dueño y ambiente donde vivirá.
3. Demostrar quién es el dominante en la época de desarrollo.
4. Entrenamiento adecuado. Oponerse inmediatamente a un comportamiento agresivo, impidiendo cualquier amenaza.
5. Evitar las caricias excesivas, sobre todo si el perro tiene tendencia a ser dominante.
6. No acariciar a nuestro perro cuando es él, el que lo solicita de forma activa.
7. Evitar el juego duro. Los juegos incrementan la excitabilidad e incitan la competitividad, rivalidad, la agresión y la dominancia, así como la tendencia a morder.
8. Es conveniente dedicar cada día 10 minutos a ejercicios de obediencia y entrenamiento con correa.
9. No molestar al animal mientras come o descansa.
10. Situar su plato de comida en un lugar donde pueda comer solo para evitar enfrentamientos.
11. Eliminar todo tipo de castigo, ya sea físico o verbal.
12. No manipular o forzar al perro físicamente.
13. Comenzar cualquier entrenamiento después de las 8 semanas de edad.
14. Evitar los entrenamientos sin fundamento ya que pueden conducir a un pobre aprendizaje, frustración y problemas de conducta.

Test: ¿Es mi perro de carácter dominante?

Contextos en los que nuestro perro manifiesta agresividad por Dominancia.

  • Si nos acercamos o intentamos tocar al perro mientras come o sostiene en la boca un objeto que considera de su propiedad.
  • Si establecemos contacto visual directo con el perro.
  • Si nos inclinamos sobre el perro o le empujamos.
  • Si lo castigamos, tanto física como verbalmente.
  • Si le molestamos o intentamos desplazarlo de su lugar de descanso.
  • Si intentamos colocarle la correa o el bozal.
  • Si intentamos sujetarlo o inmovilizarlo físicamente.
  • Si lo cepillamos, bañamos, o practicamos cualquier protocolo de higiene.

Evalúe a su cachorro, joven o adulto, si manifiesta signos de agresividad en algunos de los contextos arriba mencionados, no dudes en solicitar información, te atenderé personalmente.

Tratamiento de la agresividad por dominancia. Competitiva o de conflicto.

Entorno: Uso de barreras físicas y de sujeción para evitar la lesión a humanos. Entrenar al perro para el uso del bozal.

Tratamiento farmacológico.

Técnicas de modificación de la conducta.

Dificultades en el diagnóstico.

Impulsividad: Entendemos por impulsividad aquella situación en la que las señales de amenaza, gruñidos y labios fruncidos reducen su presencia e incluso desaparecen por completo antes del ataque. En tal caso, la mordedura aparece ante la primera señal de provocación.

Son tres los elementos que podrían relacionarse con la aparición de impulsividad en un caso de agresividad por dominancia:

  • Cronificación: Con el paso del tiempo y por un proceso de aprendizaje, el perro aprende a suprimir los elementos de amenaza de la secuencia de agresividad, tras descubrir que no poseen utilidad a la hora de disuadir al propietario en sus intenciones.
  • Factores genéticos: Algunas razas y dentro de estás, algunas líneas genéticas, parecen mostrar una mayor tendencia a la impulsividad que otras.
  • Ansiedad: Los conflictos jerárquicos entre los lobos y también entre los perros, no tienen una duración importante. Lenguaje corporal y sistema de lucha ritualizada permite una resolución rápida del conflicto.

Sin embargo en el entorno doméstico la situación no suele encontrar una resolución tan rápida.

Tratamiento farmacológico.

Castración: No sea conseguido demostrar una correlación directa entre castración y reducción de la agresividad por dominancia. Sin embargo, ante la duda y si el propietario está conforme es mejor castrar al animal. En los últimos años se ha sugerido la utilización de numerosos psicofármacos en el tratamiento de la dominancia. Consultar con el veterinario para posible utilización de fármacos.

Técnica de modificación de la conducta.

  • Ignorar al perro durante dos semanas (de palabra, de contacto visual y corporal).
  • Detectar todas las situaciones en las que se produce la agresión, y evitar que se produzcan en el futuro.
  • Educación básica, con el fin de que el perro pueda ser controlado cuando vaya a iniciar un episodio agresivo.
  • El propietario debe iniciar todas las interacciones con el perro, y toda aquella acción que inicie el perro será sistemáticamente ignorada.
  • Para reforzar el papel dominante del dueño, han de realizarse al día 10 minutos de ejercicios de obediencia con correa.
  • Conseguir a base de una gran dedicación el control sobre el perro, usando el bozal si es necesario, previendo las situaciones que provocan la agresión, y evitándolas inmediatamente con la práctica de ejercicios de obediencia básica.
Tratamiento de la agresión competitiva o de conflicto.

Entorno: Separación de los perros con barreras físicas, excepto cuando están bajo control. Respetar estrictamente el orden jerárquico establecido por los perros. Entrenar a los perros para el uso del bozal.

Modificación de la conducta:

  • Retirar toda atención a ambos perros.
  • Educación básica, con el fin de que los perros puedan ser controlados cuando inicien una acción agresiva.
  • Desensibilización y contracondicionamiento, con el acercamiento progresivo de los animales, siempre bajo control y con correa.
  • Reforzar los comportamientos aceptables, ignorar los errores.

Terapia farmacológica: Consultar con el veterinario especialista.

  • La castración puede ser efectiva en un porcentaje medio de los casos, siempre en machos.
  • La castración del animal menos dominante, puede ayudar a inclinar definitivamente la balanza y estabilizar la jerarquía entre ambos animales.
  • La castración del animal de edad avanzada, también puede ayudar a inclinar la balanza y estabilizar la jerarquía entre ambos animales.
  • Castración de ambos animales, en aquellos casos donde las peleas son muy violentas.
  • En hembras la castración puede agravar el problema, porque la conducta es más dependiente de las hormonas sexuales.
  • Aumento de la dominancia. No castrar.
  • Solo si está se relaciona de una forma muy clara con la llegada del celo.
  • Conducta de celo, desaparece con la castración.
  • Pseudogestación, desaparece con la castración.

Existen tres elementos que pueden empeorar el pronóstico de un problema jerárquico entre perros:

  • Existencias de una asimetría: Entendemos por asimetría aquella situación en la que el perro que manifiesta un mayor carácter dominante es a la vez el más pequeño en cuanto a tamaño y fuerza física se refiere.
  • Falta de inhibición del ataque: Algunos perros parecen no mostrar la reacción de inhibición que muestra el individuo dominante ante las señales de sumisión del individuo derrotado.
  • Cronificación: Con el paso del tiempo y por un proceso de aprendizaje el perro aprende a suprimir los elementos de amenaza de la secuencia de agresividad.
Tratamiento de la agresión territorial.

Entorno: Separación del perro con barreras físicas, y sujeción para evitar lesiones a humanos. Aislamiento del perro cuando lleguen visitas. Entrenar al perro para el uso del bozal.

Modificación de la conducta:

  • Educación básica, con el fin de que el perro pueda ser controlado cuando inicie una acción agresiva.
  • Desensibilización y contracondicionamiento, con el acercamiento progresivo de las personas, siempre bajo control y con correa.
  • Reforzar los comportamientos de aceptación.
  • Introducción gradual de desconocidos, incrementando la dificultad de forma progresiva, siempre con el perro bajo control; trasladar el ejercicio a la puerta de entrada con la presentación de estímulos desencadenantes, como tocar el timbre, hacer pasar a las visitas, y otros.

Terapia farmacológica: Consultar con el veterinario especialista. La castración no representa ningún beneficio.

Tratamiento de la agresión por miedo.

Entorno: Separación del perro con barreras físicas, y sujeción para evitar lesiones a humanos. Entrenar al perro para el uso del bozal. Reforzar su autoestima.

Modificación de la conducta:

  • Educación básica, con el fin de que el perro pueda ser controlado cuando inicie una acción agresiva.
  • Prever todas las situaciones que provocan miedo o temor y evitarlas inmediatamente, con la práctica de ejercicios de obediencia básica.
  • Reforzar la obediencia básica en las situaciones en las que el perro no presenta miedo, y generalizar mediante entrenamiento en muchos lugares.
  • Desensibilización y contracondicionamiento, con la exposición a situaciones levemente temerosas, con el estímulo alejado.
  • Reducir progresivamente la distancia de los desconocidos, siempre bajo control y con correa.
  • Si el perro mostrase miedo, el extraño debe retirarse, e iniciar el ejercicio en la siguiente ocasión a aquella distancia a la que el animal no se mostraba reactivo.

Terapia farmacológica: Consultar con el veterinario especialista. La castración no tiene ningún efecto.

Tratamiento de la agresión maternal.

Entorno: Proporcionar un ambiente tranquilo, con poca tensión. Evitar la agresión procurando no tocar los cachorros, o los objetos considerados como tales por la perra. Entrenar a la perra para el uso del bozal.

Modificación de la conducta:

  • Educación básica, con el fin de mejorar el control del dueño.
  • Desensibilización y contracondicionamiento, utilizando el control de la perra con la correa.

Terapia farmacológica: Consultar con el veterinario el tratamiento más adecuado para la pseudogestación.

Tratamiento de la agresión aprendida.
  • El problema se trata, en primer lugar, instruyendo al dueño acerca de cómo acabar con el condicionamiento de la conducta, para conseguir la extinción de la misma.
  • Dependiendo del tipo de agresión, otras consideraciones incluyen los ejercicios de obediencia, la desensibilización y contracondicionamiento, para corregir el tipo concreto de agresión que está siendo condicionada.
Tratamiento de la agresión por dolor.
  • Teóricamente, si el perro manifiesta dolor sería mejor no manipular la zona dolorosa.
  • Sin embargo, esto no siempre es posible, sobre todo en el caso de aplicar terapia física o medicaciones.
  • En este caso, el modo de actuar consistirá en tratar el dolor, evitando producir más, y aplicar ejercicios de desensibilización y de contracondicionamiento para aumentar la tolerancia del perro a ser manipulado.
Tratamiento de la agresión intrasexual.
  • Los casos avanzados pueden ser problemas muy difíciles de controlar.
  • Es necesario que los dueños estén lo suficientemente instruidos acerca de la conducta social canina y participen activamente en el adiestramiento.
  • Se realizará el mismo tipo de tratamiento aconsejado para la agresión competitiva.
  • La agresión intrasexual entre hembras, también puede tener una implicación hormonal, pero se observa entre perras que viven juntas con mayor frecuencia.
  • Aparece en hembras de 1 a 3 años, y las manifestaciones son semejantes a las realizadas por los machos.
Tratamiento de la agresión inducida por juego.
  • Proporcionar una cantidad suficiente de ejercicio.
  • Educación precoz en obediencia y respeto.
  • Evitar el juego de tira y afloja o presa de guerra.
  • Corregir la mordedura del juego.
  • Utilizar collares de cabezada si es necesario para conseguir el control del perro por todos los miembros de la familia.
  • Fomentar el liderazgo y control del dueño.
Tratamiento de la agresión por predación.
  • El adiestramiento en la obediencia, respeto, técnicas de desensibilización y contracondicionamiento son consideraciones para la terapia de los perros que persiguen blancos que se mueven.
  • Sin embargo, en algunos casos la conducta predatoria se presenta tan acusada que no puede ser reprimida, independientemente de la técnica de adiestramiento; en estos casos la única forma segura de impedir la conducta es mantener al animal rigurosamente confinado.
  • Sólo se darán paseos con correa y bozal, con vigilancia y control continuos.
  • Los dueños deben estar informados de que si se pierde el perro, éste puede causar lesiones de las cuales ellos son totalmente responsables.
Tratamiento de la agresión posesiva.

Se evitará su paso a las zonas donde aparezcan los problemas, pero las técnicas de modificación de conducta son el centro del tratamiento:

  • Se mantendrán fuera del alcance del perro todos sus juguetes; se le darán al iniciar el juego o el adiestramiento, y le serán retirados al finalizar éstos.
  • Se insistirá en los ejercicios de educación y obediencia, obligándole acatar una orden cada vez que desee algo (comida, juegos…).
  • Se le enseñará a soltar los objetos al oír una orden.

La terapia farmacológica no está justificada, a no ser que las agresiones sean importantes.

Agresión idiopática.

Idiopático es un adjetivo usado primariamente en medicina, que significa de irrupción espontánea o de causa oscura o desconocida. Los animales afectados presentan un electroencefalograma anormal, más parecido al de un animal salvaje que al correspondiente a un perro doméstico. Es un tipo de agresión muy peligroso, sin tratamiento conocido. En la mayoría de los casos, la eutanasia parece ser la elección más apropiada.

Tratamiento de la agresión redirigida.

Entorno: Identificar los estímulos que desencadenan la agresión, evitando la exposición de éstos al perro. Colocar correa o bozal, o confinar al animal cuando la exposición al estímulo sea probable.

Modificación de la conducta:

  • Distraer la atención del animal hacia el estímulo con otro diferente, y alejarlo del estímulo desencadenante hasta que se tranquilice.
  • Tratar otros problemas subyacentes.
  • Desensibilizar y contracondicionar las respuestas a los estímulos.
  • Adiestrar en obediencia para mejorar el control del dueño.

La castración y el comportamiento sexual:

En el perro tiene pocos efectos sobre la conducta observándose gran variación individual entre perros debida a diferentes factores:

  • La ausencia de testosterona después de la castración.
  • La presencia de hembras en celo.
  • Experiencias sexuales antes de la castración.
  • Pueden mostrar desinterés después de 6-12 meses.
  • Pueden montar y copular con las hembras en celo con normalidad aunque su reflejo de eyaculación lo tienen perdido.
  • Reduce en un 60% el comportamiento de montar a la gente y la agresividad entre machos, y en un 50% el marcaje de orina en la casa.
  • No afecta las tareas de los perros de trabajo de caza, guarda, y defensa, etc.
  • Puede ser beneficiosa o necesaria en perros viejos como ayuda en el tratamiento de tumores perianales, prostáticos y testiculares.

Monta sexual———mejoran con la castración.
Fugas sexuales——mejoran con la castración.
Marcaje con orina—mejoran con la castración.

En las perras previene los celos, no produciendo cambios de conducta ni sobre su feminidad.

  • No contribuye ni favorece la obesidad.
  • Aunque si se practica cuando los niveles de progesterona son elevados (después del celo) puede producir falsas gestaciones e irritabilidad.
Jesús Gutiérrez